Los fármacos genéricos contienen exactamente los mismos ingredientes activos que sus contrapartes de marca comercial. Una compañía farmacéutica puede conservar los derechos exclusivos de la patente para producir un fármaco por 20 años luego de su descubrimiento. Después de eso, otras empresas pueden comenzar a hacer las versiones genéricas de la droga.
En casi todos los casos, los genéricos funcionan tan bien como las versiones de marca comercial y, generalmente, el costo es considerablemente menor. Esto es posible no porque la calidad sea menor, sino porque los costos en investigación y publicidad para los genéricos son mucho menores. Muchos planes de seguro animan a aceptar la versión genérica de un fármaco cuando es clínicamente seguro.